CLINIQUE: empresa norteamericana especializada en cuidado de la piel, cosméticos, artículos de tocador y fragancias. La idea empresarial fue de una editora de Vogue, Carol Phillips, una rebelde editora de belleza que decía lo que pensaba libremente y que creía apasionadamente que la industria debía evolucionar más allá de las tradicionales cremas. Una ardua investigación la llevaría a conocer al Dr. Norman Orentreich, un dermatólogo de la Gran Manzana que fue pionero en un método del cuidado de la piel en tres pasos, fundamental hoy día, pero absolutamente avanzado para la época: limpiar, exfoliar e hidratar. Para demostrar esta idea, Phillips creó un artículo editorial que se ha convertido desde entonces en una leyenda sobre la esencia de la industria de la belleza titulado “¿Una piel maravillosa puede ser creada?”. En ella, el Dr. Orentreich respondía una amplia lista de preguntas sobre el cuidado de la piel, algunas tan atrevidas como: “¿Existe alguna relación entre la actividad sexual y la piel?”, que eran contestadas con gran ingenio por parte de Orentreich: “He tratado a muchas monjas, y sus pieles no son ni mejores ni peores que las de las mujeres casadas”. Este enfoque interesó a Estée Lauder que quería crear una empresa multimarca, en la que se respirara un aire de modernidad, creatividad y, sobre todo, que atrajera a un nuevo consumidor más joven. Cuando Philips y Lauder se conocieron hubo una inmediata afinidad pues a las dos les gustaba decir lo que pensaban. Evelyn Lauder, nuera de Estée Lauder, fue la creadora del nombre Clinique, tras una de sus visitas a París, pues por toda la ciudad Evelyn encontraba letreros que decían «Clinique Esthétique», lugares donde las mujeres parisinas iban a buscar tratamientos. De inmediato, le encantó la palabra porque le sugería un nuevo enfoque clínico para el cuidado de la piel, además, seguía teniendo ese toque de glamour francés.
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