NIKE: empresa multinacional estadounidense dedicada al diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de balones, calzado, ropa, equipo, accesorios y otros artículos deportivos. El nombre proviene de Atenea Niké, la diosa griega de la victoria. Una diosa alada que no solo inspiró el nombre sino su ya mítico isotipo que es la esquematización de una de sus alas. Se da la circunstancia que este símbolo es uno de los pocos del mundo que tienen nombre: Swoosh, que significa silbido. Treinta y cinco dólares de 1971 percibió la estudiante Carolyn Davidson por diseñarlo en un “ni agradecido ni pagado” de libro ya que el comentario de su dueño al verlo, Phil Knight, fue un lacónico «No me enamora, pero me voy a acostumbrar». Por cierto, volviendo al nombre, cuando lo eligieron nada hacía presagiar que en un bello país mediterráneo se lo iban a poner difícil a la hora de registrar la marca. La causa es que cuarenta años antes de que Knight se metiera a emprendedor, en los años previos a la Guerra Civil, la sociedad J. Rossel registró en España la marca Niké, con el objeto de vender medias y calcetines, aunque esta marca permanecería sin uso durante muchos años fue comprada por una avispada compañía llamada Cidesport, que para más inri era distribuidora de los productos de la Nike americana. Con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, la marca americana rompe relaciones con sus socios españoles y registra su marca en nuestro país, encontrándose con una demanda, donde se solicita la cancelación del registro por violación de la marca anterior. Y Nike, a su vez, demanda a Cidesport, donde alude a la caducidad de la marca por falta de uso. Los tribunales dan la razón a la marca estadounidense, y el caso llega hasta el Tribunal Supremo que, en un giro inesperado de los acontecimientos, da la razón a Niké, la española. El tribunal dictó en 1999 que esta denominación no estaba caducada y censuraba el uso del término por la compañía americana. El caso fue devuelto al Tribunal Supremo, que en marzo de 2005 reconoce finalmente los argumentos de Nike y declara la caducidad de la marca ostentada por Cidesport. En fin, un culebrón hispanoamericano, que nos avisa de lo delicado que es elegir y registrar un buen nombre.
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