WINKIE: estación de cría de palomas de competición. Detrás de este nombre hay una bonita historia: en la Segunda Guerra Mundial, un avión torpedero británico llamado Bristol Beaufort fue alcanzado por los alemanes durante una misión en Noruega. Tuvo que hacer un amerizaje de emergencia en el Mar del Norte en un gélido febrero de 1943. Perdido el contacto por radio, los soldados encaramados desesperadamente en los restos del fuselaje, con mal tiempo y olas enormes, soltaron como última esperanza una paloma mensajera. Ciento veinte millas después, exhausta, empapada y cubierta de petróleo, la paloma consiguió llegar hasta su dueño en la RAF Pigeon Service. Allí, un grupo de expertos fueron capaces de retrazar su ruta para dar con los náufragos y rescatarlos. El 2 de diciembre de 1943 a esa paloma se le impuso la más alta condecoración al valor animal en guerras y catástrofes: la Medalla Dickim. Solo hay 63 animales en el mundo que hayan conseguido ese mérito y WINKIE, que así era el nombre de la valiente paloma, es uno de ellos. El nombre es una creación del estudio de naming Damenáme.
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